Un tierra para plantas es un tipo de suelo especialmente diseñado para proporcionar un entorno adecuado para el crecimiento y desarrollo de las plantas. Contiene una mezcla de componentes orgánicos, como turba y compost, junto con minerales y nutrientes necesarios para alimentar a las plantas. También suele tener una buena capacidad de retención de agua y una estructura adecuada para permitir el flujo de aire y la circulación de raíces. Es fundamental utilizar una tierra de calidad para asegurar el éxito de nuestras plantas y garantizar su correcto desarrollo.